¿Qué es una Ideología?
Los sociólogos definen la ideología como la visión del mundo de una persona y reconocen que existen diversas ideologías que compiten en una sociedad en un momento dado, algunas más dominantes que otras y otras se convierten en caprichos individuales.
La "ideología" ha sido un aspecto del
"sensismo", es decir, del materialismo francés del siglo XVIII. Su
significado originario era el de "ciencia de las ideas", y dado que
el análisis era el único método reconocido y aplicado a la ciencia, significaba
"análisis de las ideas", es decir, "investigación sobre el
origen de las ideas". Las ideas debían ser descompuestas en sus
"elementos" originarios, y éstos no podían ser sino las
"sensaciones": las ideas derivan de las sensaciones. Pero el sensismo
podía asociarse sin mucha dificultad a la fe religiosa, a las creencias más
extremas en la "potencia del Espíritu" y en sus "destinos
inmortales"; y así ocurrió con Manzoni, que incluso después de su
conversión o retorno al catolicismo, cuando escribía sus Himnos Sacros, mantuvo
su máxima adhesión al sensismo y ello hasta tanto no conoció la filosofía de
Rosmini.
Es preciso examinar históricamente cómo el concepto
de Ideología, de "ciencia de las ideas", de "análisis del origen
de las ideas", ha pasado a significar un determinado "sistema de
ideas", puesto que, como es lógico, el proceso es fácil de aprehender y de
comprender.
Se puede afirmar que Freud es el último de los
ideólogos y que De Man es un "ideólogo'; por lo tanto resultaría más
extraño el entusiasmo de Croce y los crocianos por De Man, si no hubiese una
justificación "práctica" de tal entusiasmo. Hay que examinar hasta
qué punto el autor del Ensayo popular está asido a la
Ideología, aun cuando la filosofía de la praxis representa, una neta superación
e históricamente se contrapone en forma decidida a la Ideología. El mismo
significado que el término "ideología" ha asumido en la filosofía de
la praxis contiene implícitamente un juicio de desvalor y excluye que para sus
fundadores hubiese que buscar el origen de las ideas en las sensaciones y,
consecuentemente en último análisis, en la fisiología: esta misma
"ideología" debe ser examinada históricamente como una
superestructura, según la filosofía de la praxis.
Un elemento de error en la consideración del valor
de las ideologías, me parece, se debe al hecho (hecho que, por otra parte, no
es casual) de que se da el nombre de ideología tanto a la superestructura
necesaria a determinada estructura, como a las lucubraciones arbitrarias de
determinados individuos. El sentido peyorativo de la palabra se ha hecho
extensivo y ello ha modificado y desnaturalizado el análisis teórico del
concepto de ideología. El proceso de este error puede ser fácilmente
reconstruido: 1) se identifica a la ideología como distinta de la estructura y
se afirma que no son las ideologías las que modifican la estructura, sino
viceversa; 2) se afirma que cierta solución política es "ideológica', es
decir, insuficiente como para modificar la estructura, aun cuando cree poder
hacerlo; se afirma que es inútil, estúpida, etc.; 3) se pasa a afirmar que toda
ideología es "pura" apariencia, inútil, estúpida, etc.
Es preciso, entonces, distinguir entre ideologías históricamente orgánicas,
es decir, que son necesarias a determinada estructura, e ideologías
arbitrarias, racionalistas, "queridas". En cuanto históricamente necesarias, éstas
tienen una validez que es validez "psicológica";
"organizan" las masas humanas, forman el terreno en medio del cual se
mueven los hombres, adquieren conciencia de su posición, luchan, etc. En
cuanto "arbitrarias",
no crean más que "movimientos"' individuales, polémicas, etc.
(tampoco son completamente inútiles, porque son como el error que se contrapone
a la verdad y la afirma).
Recordar la frecuente afirmación de Marx sobre la
"solidez de las creencias populares" como elemento necesario de una
determinada situación. Dice, poco más o menos: "cuando este modo de
concebir tenga la fuerza de las creencias populares", etc. Otra afirmación
de Marx es que una persuasión popular tiene a menudo la misma energía que una
fuerza material, o algo similar; afirmación muy significativa. El análisis de
estas afirmaciones, creo, lleva a reforzar la concepción de "bloque
histórico", en cuanto las fuerzas materiales son el contenido y las
ideologías la forma, siendo esta distinción de contenido y de forma puramente
didáctica, puesto que las fuerzas materiales no serían concebibles
históricamente sin forma y las ideologías serían caprichos individuales sin la
fuerza material.
Por: Antonio Gransci
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